sábado, 26 de marzo de 2011

El personaje en la narrativa (1)



El personaje es un elemento narrativo muy peculiar, al punto que muchas veces no lo consideramos una pieza más de la narración, sino como “alguien” independiente del mundo narrado, que podríamos perfectamente pensar e imaginar fuera del contexto que le dio “vida”. Para muchos lectores, Ulises, Hamlet, Don Quijote, Ana Karenina… son seres casi de carne y hueso, con una entidad propia, que reconoceríamos de inmediato si los viéramos por la calle y que “sobrevivirían” muy bien fuera de las coordenadas de las respectivas obras literarias de las que surgieron; coordenadas y obras que serían para ellos simplemente el teatro o marco de su particular carácter y actividad. Según esta percepción, el personaje no sólo se podría pensar aislado de los otros elementos narrativos, sino que gozaría de ventajas sobre ellos y, en el fondo, los tendría a su servicio. Pero si los lectores tienen una particular concepción y relación con el elemento narrativo personaje, algunos escritores no les van a la zaga. Amores, odios, rebeliones, asesinatos se han dado entre algunos escritores y sus criaturas. Conan Doyle despeñando por un acantilado a su ya para él odioso Sherlock Holmes; Flaubert diciendo de su más famosa creación: “Yo estoy muriéndome y esa puta de Madame Bovary vivirá para siempre”; Augusto Pérez en Niebla rebelándose contra Unamuno y clamando: “Quiero vivir, vivir y ser yo, yo, yo”…
Y, sin embargo, si nos ponemos más científicos y menos rapsódicos, podríamos afirmar que el personaje no es más que un conjunto de informaciones y datos transmitidos por palabras. Pero entonces, ¿qué hace que de un montón de palabras surja “alguien” como de carne y hueso?, ¿qué tipo de alquimia lingüística provoca que unas líneas impresas nos hagan sentir a un personaje como si “palpitáramos bajo sus vestidos”?, ¿qué es y cómo se construye un personaje? A estas y otras inquietantes preguntas trataremos de responder en futuras entregas. Por ahora, conformémonos con adelantar algunas características sobre el elemento narrativo PERSONAJE:
- El personaje es un ser ficticio, no de carne y hueso.
- El personaje es el resultado de una serie de construcciones verbales, de conjuntos de palabras, datos e informaciones.
- El personaje es un SER: posee una identidad.
- El personaje es un ESTAR: posee un lugar y una actitud en el mundo.
- El personaje es un HACER: actúa, se mueve, piensa y dice.
- El personaje es un QUERER: desea, busca, persigue algo.
- El personaje es un TENER: tiene y encarna un conflicto.
- El personaje es un CAMBIAR: evoluciona, se transforma, cambia.
- El personaje no se puede pensar aislado del contexto en el que cobra “vida”. El personaje es parte de la trama y del argumento.
Ramón Qu

No hay comentarios:

Publicar un comentario